martes, 3 de junio de 2008

"El llanto del río" Parte 2

... en ese instante Josué se agacha y arranca angustiosamente cuesta arriba hacia el cerro. Mientras se escabullía entre los matorrales y arboles, su mente no podía procesar tal fenómeno. Corrió y corrió hasta que ya no pudo más de cansancio, se detuvo y se acomodo en forma fetal bajo un pequeño árbol. Hacia mucho frió, estaba muy solo, desesperado.... llegó un momento en que estalló de desesperación y largó a llorar, pero de manera muy silenciosa y apretada. Por suerte guardaba un cigarrillo. Se tranquilizó y comenzó a fumar. Al terminar el tabaco se puso a pensar y a pensar y a pensar....

Algo baboso y jadeante lo despierta de golpe, era su perro Pitón que lo encontró. Josue se levanta, un poco perdido. Acude y se agacha junto a un riachuelo para mojarse un poco la cara. Josue impresionado vuelve a la desesperación de no saber que hacer. Acompañado de su perro Pitón, Josue va cuesta abajo con mucha rabia e impotencia dirección a su casa. Se va acercando lentamente como un gato, observando lo que sucede adentro de su casucha. Se acerca más y observa algo totalmente devastador, por la ventana que da hacia su dormitorio, ve a su querida esposa, a su flor amante, a su delicada flor, a su océano, a su mundo, a su universo, a su mujer .... en un manto rojo, esparcida de forma inhumana y brutal. Es algo totalmente indescriptible lo que le sucede a Josue. Pitón lo agarra del brazo y lo lleva nuevamente hacia el refugio en el cerro.
Los dos sentados en la comisura del riachuelo, en un inusual pero reconfortador momento de paz y reflexión, Josue mirando a su querido perro, comienza a recordar momentos junto a su familia, pero en un momento de la meditación, empiezan a invadir en su mente, situaciones infames, nefastas, que extrañamente él nunca las había vivido. Pareciese que su mente y pensamientos pertenecen a otra persona. Se despabila y en un intento de gritar, comienza a llorar potentemente. Pasaba los minutos y seguía llorando, cuando en eso Pitón se para en sus cuatro patas sorpresivamente y comienza a ladrar desesperado. El cauce del riachuelo comienza a elevarse sin medida. Las lágrimas de Josue ha llenado el vació y pequeño riachuelo. Es tal la inundación y fuerza del rió, que josue y su perro caen bruscamente al cauce. Desesperados van cuesta abajo dirección hacia su casa.... continuara



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Se torna oscuro y helado el relato, espero el final.

Saludos, abrazos y besos hermano.

Anónimo dijo...

yo también espero ansiosa el final...